El Decreto 2-2024, Ley de Tarjetas de Crédito, se aprobó por los diputados de la X Legislatura el pasado 15 de febrero para regular las operaciones de las entidades financieras que prestan los servicios de tarjeta de crédito. Lejos de ser una ley que establece límites a la tasa de interés (como ha sucedido en el pasado), esta ley viene con un nuevo enfoque. El nuevo enfoque de la ley se puede resumir en: (1) información para el usuario; (2) educación del tarjetahabiente; (3) protección de usuarios; y, (4) claridad y transparencia en los términos de uso de una tarjeta de crédito.
Bajo ese enfoque, presentarle a los usuarios información clara es una de las columnas principales de la nueva Ley de Tarjeta de Crédito. Pero, ¿a qué se refieren con eso? La ley se hizo para que los usuarios de tarjetas de crédito puedan recibir detalles fáciles de entender y con información completa para evitar malentendidos, entre otras razones.
Esto, para garantizar que los usuarios estén protegidos de instituciones financieras que puedan causar confusión con su comunicación. Parte de lo que estipulan bajo la “información clara” es que los usuarios reciban estados de cuenta accesibles y que puedan entender los cargos, las tasas de interés y los pagos mínimos requeridos para el uso de su tarjeta.
Tiene sentido
Dentro de la legislación se contempla un segundo pilar igual de importante que el primero; la educación financiera.
Esto significa que la ley le está apuntando a que cada usuario tome decisiones informadas acerca de sus compras y el uso de su tarjeta de crédito. Porque, si cada usuario entiende y gestiona sus finanzas personales de mejor manera, la economía nacional se estará fortaleciendo al mismo ritmo que los individuos.
En otras palabras, es un gana-gana.
Pero no termina ahí. Parte de lo contemplado por esta nueva ley es que también le prohíbe a las instituciones financieras llevar a cabo prácticas de cobro catalogadas como “molestas”. Por ejemplo, con llamadas insistentes o mensajes no autorizados. Al final, se trata de establecer respeto entre el servicio financiero y sus usuarios; protección al consumidor.
Y, ¿eso es todo?
No. La ley toma en cuenta un “régimen de supervisión y sanciones” administrados por la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor de la mano de la Superintendencia de Bancos. Es decir, las infracciones a la ley tendrán las consecuencias correspondientes para garantizar que se cumplan y se protejan los derechos de los usuarios. O, como se diría en el vocabulario legal, que exista cumplimiento financiero.
La Ley de Tarjeta de Crédito es un avance dentro de las leyes financieras para proteger a los usuarios y a la vez para regular la industria y futuros desafíos dentro del mundo del fintech. Si de desarrollo se trata, es un paso hacia adelante para crear un mercado más competitivo, más transparente y más responsable en donde se le da prioridad al fortalecimiento del consumidor como motor para fortalecer a la economía nacional.
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